¡HORA DE REACTIVARSE!

Junto al fin de las vacaciones, para muchos llega el momento de volver a la rutina. Las vacaciones de verano suelen ser por excelencia la época del año en la que más aprovechamos para descansar y desconectar; algo necesario para nuestra salud mental sin duda.

Pero también sabemos que los periodos largos de inactividad generan situaciones desfavorables para nuestro cuerpo, ya que como siempre he dicho estamos hechos para el movimiento.

Para no permitir que el sedentarismo se instaure en nuestra rutina debemos realizar actividad o ejercicio físico de forma obligatoria y de ese modo evitaremos que nuestro cuerpo se oxide y pierda capacidades.

La vuelta a la actividad debe gestionarse con progresividad. Recordad que es un gran error creer que podemos realizar ejercicio a la misma intensidad que antes del parón, ni quizá durante tanto tiempo, ni con la misma frecuencia.  Convivimos con una multitud de factores condicionantes que nos van a generar que la vuelta a la actividad acabe siendo dañina si no tenemos en cuenta que hay que adaptar la actividad al momento actual. Acordaos que el mejor tratamiento es siempre la prevención. ¡Vamos a movernos con cabeza y sentido común!

Y tenemos que movernos TODOS, tanto la gente que no padece ningún tipo de patología severa que puede realizar ejercicio físico sin mayor problema, como la gente que no tiene tanta facilidad para poder ejercitarse pero que también debe volver a activarse. Entonces, ¿qué ocurre con los pacientes que sí presentan alguna disfunción que les impide realizar el ejercicio físico de forma convencional?

Lo primero, tengamos presente que cualquier tipo de desplazamiento, de la forma en la que cada uno pueda, es prácticamente el objetivo máximo de movimiento. Si existieran dificultades para el desplazamiento y no se pudiera realizar ejercicio físico en toda su plenitud, es interesante considerar otra forma práctica de salir de la inactividad: realizar actividad física orientada a una tarea. Ser una persona activa no significa necesariamente que esa persona este todo el tiempo realizando deporte (ejercicio físico). Estar activo también implica producir cualquier movimiento corporal mediante el sistema musculoesquelético (actividad física). Este tipo de actividad forma parte de la base de la reeducación en neurorehabilitación y debe cumplir tres criterios (para mí RAM) que deben plantearse siempre juntos, ya que son complementarios y forman un conjunto haciendo que el entrenamiento de la actividad sea más efectivo.

  • RETO: Tiene que ser lo suficientemente difícil para que requiera nuevos aprendizajes y vaya dirigido a la resolución del problema motor, esto es, debe se desafiante para el paciente.
  • ADAPTADO: Tiene que estar optimizado y progresivamente adaptado durante la practica: es decir, tendremos en cuenta las capacidades del paciente y el contexto. La tarea no puede ser ni tan sencilla y repetitiva que abura ni tan complicada de desespere. Por eso lo ideal siempre es trabajarlo en un contexto clínico y después adaptarlo a un entorno real de manera progresiva.
  • MOTIVANTE: Tiene que ser lo suficientemente interesante y motivador para que estimule la participación activa. Existen pruebas de que el movimiento voluntario estimula el aprendizaje motor más que el movimiento pasivo; de hecho, este criterio se encuentra inexorablemente ligado al significado y funcionalidad que se le da a la tarea.
Atlaxis centro de fisioterapia y osteopatia

Realizando este enfoque en las actividades conseguiremos:

  • Cambiar de posición, ya que mantener demasiado tiempo la misma posición hará que reactivar el cuerpo cueste mucho.
  • Mejorar la movilidad articular funcional. Las articulaciones de nuestro cuerpo tienen líquido sinovial, analogamente podríamos compararlo con el aceite que ayuda a lubricar los engranajes de cualquier maquinaria, en nuestro cuerpo nutrir al cartílago. Se nutre mediante movimiento y compresión. Por lo que si la articulación no alcanza rangos completos comenzará a degenerarse y detendrá la producción de líquido sinovial por desuso. Lo que hará que moverse cada vez cueste más.
  • Obligatoriamente relacionado con la movilidad articular el correcto equilibrio de las tensiones musculares ayudará a dar estabilidad a las articulaciones y evitar contracturas musculares generadas por debilidad.
  • Ayudará a mantener tanto la capacidad de contracción como la capacidad de estiramiento de la musculatura, ya que la alternancia de ambas garantizará la calidad de trabajo del músculo. Conservar la musculatura en el mejor estado posible para proteger la articulación, mantener la flexibilidad y la fuerza dirigida a la tarea.

Es hora de volver a poner apunto el cuerpo y/o aumentar sus capacidades. Toca romper el círculo vicioso del sedentarismo y la inactividad. Salir de casa es moverse, desplazarse de cualquier modo es moverse, relacionarse físicamente es moverse… Todo movimiento funcional cuenta y desde la neurorrehabilitación apoyamos y damos el acompañamiento necesario para reeducar, orientar, guiar o enseñar a nuestros pacientes a moverse de la manera más funcional posible.